30 de diciembre de 2015

El esfuerzo ajeno


Una minoría que posee la facultad de hacer producir y consumir, o la posibilidad de existir a título parasitario bajo diversas y numerosas formas, y en frente una inmensa mayoría que no tiene más que sus brazos, o su cerebro, u otros órganos productivos, que se ve forzosamente obligada a alquilar, o prostituir, no solamente para procurarse lo indispensable a fin de no morir de hambre, sino también para permitir a este pequeño número privilegiado, detentador de la potencia propiedad, o valor de cambio, vivir a costa del esfuerzo ajeno, más o menos beatíficamente.
Una masa, ricos y pobres, esclavos de prejuicios seculares hereditarios; los unos porque en estos atavismos encuentran su interés; los otros, porque sumidos en la ignorancia, no quieren salir de ella; una multitud cuyo culto es el dinero y su aspiración el hombre enriquecido; una gran mayoría embrutecida por el abuso de los excitantes o por la conducta viciosa; la plaga de degenerados de arriba y de abajo, sin aspiraciones profundas, sin otro fin que el de alcanzar una situación de goce y sociedad, para poder aplastar, si es preciso, a los amigos de ayer y elevarse sobre sus costillas.
Lo provisional, que amenaza sin cesar transformarse en definitivo, y lo definitivo, que no parece dejar de ser jamás provisional. (...)
Lo superficial, que quiere pasar por profundo, y lo profundo, que no consigue hacerse valer por serio.

Émile Armand (Cita del ensayo "El anarquísmo individualista", 1911).

20 de diciembre de 2015

La teoría estatista


Es sobre la ficción de esa pretendida representación del pueblo y sobre el hecho real de la administración de las masas populares por un puñado insignificante de privilegiados, elegidos o no elegidos por las muchedumbres reunidas en las elecciones y que no saben nunca por qué y por quién votan; sobre esa pretendida expresión abstracta que se imagina ser el pensamiento y la voluntad de todo un pueblo y de la cual el pueblo real y viviente no tiene la menor idea, sobre la que se basan igualmente la teoría estatista y la teoría de la llamada dictadura revolucionaria.

Mihail Bakunin (Fragmento de "Estatismo y anarquía", 1873).

13 de diciembre de 2015

Las consecuencias del amor


"Se pueden prometer acciones, pero no sentimientos pues éstos son involuntarios. El que promete a alguien amarle siempre u odiarle siempre o ser siempre fiel, promete algo que no está en su poder. Lo que puede prometer es acciones que, en verdad, son ordinariamente las consecuencias del amor, del odio, de la felicidad, pero que puedan también provenir de otros motivos, pues a una misma acción conducen caminos y motivos diferentes. Por consiguiente, la promesa de amar siempre a una persona significará: mientras yo te ame, te prodigaré las acciones del amor; si dejo de amarte, continuarás recibiendo de mí las mismas acciones, aunque por otros motivos, de suerte que en la cabeza de los demás hombres persista la apariencia de que el amor es inmutable y siempre el mismo. Se promete, también la persistencia de la apariencia del amor cuando, sin cegarse a sí mismo, se promete a alguien un amor eterno”

Friedrich W. Nietzsche (Cita de "Humano, demasiado humano", 1878).

6 de diciembre de 2015

La dignidad personal


"Una ilusión común es la de las formas de gobierno. Se cree disminuir la tiranía suprimiendo al tirano, y establecer la libertad por un decreto. Se supone que la figura de la vasija cambia la naturaleza del líquido, y que una Constitución y un Parlamento sirven para algo. Se asombra la gente de que sea exactamente tan imposible ejercer los derechos cívicos ahora que se reconocen y recomiendan por la ley, como en la época de un despotismo concentrado en un hombre y consagrado por el pueblo. Es que el sentimiento de la dignidad personal no es obra de políticos. No es en los convenios de los conspiradores con suerte donde nace la justicia, sino en los hogares. No es en las costumbres públicas donde empieza el progreso, sino en las privadas. Cuando los corazones siguen intactos, las reformas escritas se reducen a un detalle grotesco.

Rafael Barrett (Fragmento de "De política", del libro "El dolor paraguayo", 1911).

1 de diciembre de 2015

Notas que dejan algo XXXVIII




"La prensa es de propiedad de hombres ricos sumamente interesados en que ciertas ideas no sean expresadas"

George Orwell 
(Ensayo previo a "Rebelión en la granja", 1945).

27 de noviembre de 2015

La protección del Estado


"Cuando hablo con el más independiente de mis conciudadanos, me doy cuenta de que diga lo que diga acerca de la magnitud y seriedad del problema, y su interés por la tranquilidad pública, en última instancia no puede presindir del gobierno actual y teme las consecuencias que la desobediencia pudiera acarrear a sus bienes y a su familia. Por mi parte no me gustaría pensar que algún día voy a depender de la protección del Estado. Si rechazo la autoridad del Estado cuando me presenta la factura de los impuestos, pronto se apoderará de lo mío y gastará mis bienes y nos ostigará interminablemente a mí y a mis hijos. Esto es duro. Esto hace que al hombre le sea imposible vivir con honradez y al mismo tiempo con comodidad en la vida material. No merece la pena acumular bienes; con toda seguridad se los volverían a llevar; es mejor emplearse o establecerse en alguna granja y cultivar una pequeña cosecha y consumirla cuanto antes. Se debe vivir independientemente sin depender más que de uno mismo, siempre dispuesto y preparado para volver a empezar y sin implicarse en muchos negocios".

Henry David Thoreau (Fragmento del ensayo "Desobediencia Civil", 1849).

20 de noviembre de 2015

Si el pueblo dejara de ser endeble...


"¿Y el pueblo?", se preguntarán. El pensador o el historiador que emplea esta palabra sin ironía se desacredita. El "pueblo" se sabe ya a qué está destinado: a sufrir los acontecimientos y las fantasías de los gobernantes, prestándose a designios que lo invalidan y lo abruman. Cualquier experiencia política, por "avanzada" que sea, se desarrolla a su expensas, se dirige contra él: el pueblo lleva el estigma de la esclavitud por decreto divino o diabólico. Es inútil apiadarse de él: su causa no tiene apelación. Naciones e imperios se forman por su complacencia en las iniquidades de las que es objeto. No hay jefe de Estado ni conquistador que no lo desprecie, pero acepta este desprecio y vive de él. Si el pueblo dejara de ser endeble o víctima, si flaqueara ante su destino, la sociedad se desvanecería , y con ella la Historia. No seamos demasiado optimistas: nada en el pueblo permite considerar una eventualidad tan hermosa. Tal como es, representa una invitación al despotismo. Soporta sus pruebas, a veces las solicita, y sólo se rebela contra ellas para ir hacia otras nuevas, más atroces que las anteriores. Siendo la revolución su único lujo, se precipita hacia ella, no tanto para obtener algunos beneficios o mejorar su suerte, como para adquirir también su derecho a la insolencia, ventaja que le consuela de sus decepciones habituales, pero que pierde tan pronto como son abolidos los privilegios del desorden. Como ningún régimen le asegura su salvación, el pueblo se amolda a todos y a ninguno. Y desde el Diluvio hasta el Juicio Final, a lo único a que puede aspirar es a cumplir honestamente con su misión de vencido".

Emil Cioran (Fragmento de la obra "Historia y Utopía", 1960).

13 de noviembre de 2015

La burocracia es la patria


Don Angel.
- ¿Y qué importa que no haya pintura? Lo esencial es que haya museo. Que haya oficinas, jefes de sección, directores generales; que haya burocracia. ¡Burocracia! La burocracia es la patria.

Don Tomás.
- Evidentemente. ¿Por qué se alborota usted?

Don Angel.
- Porque no me acostumbro a lo de todos los días. Al contrario. Los demás se hacen a los golpes. Se les encallece el lomo. Después de unos cuantos años de contemplar monstruosidades se familiarizan con ellas, las sonríen y las acompañan. Si una infamia ha durado lo suficiente la llaman ley natural. Con esta educación lo bello les parece monstruoso, lo noble infame, la razón anarquismo. No me acostumbro. ¡Y qué lenguaje! Un militar desea ascender: ¡ah! la patria. Un diputado pretende hacer aprobar la resolución que le enriquece: ¡ah!, la patria. Un caballero ansía un viajecito a Europa : ¡ah!, la patria, la patria lo exige. ¿Qué sería de la patria sin el ascenso del militar, la combinación parlamentaria del diputado y el viajecito del caballero? Y si no se trata de servir a la patria, sino de fabricar la patria, ¡figúrese usted! No habrá sacrificio pequeño.

Rafael Barrett (Fragmento del cuento "La Patria", 1910).

6 de noviembre de 2015

Los bienvivientes


"En un mundo que prefiere la seguridad a la justicia, hay cada vez más gente que aplaude el sacrificio de la justicia en los altares de la seguridad. En las calles de las ciudades se celebran las ceremonias. Cada vez que un delincuente cae acribillado, la sociedad siente alivian ante la enfermedad que la acosa. La muerte de cada malvivivente surte efectos farmacéuticos sobre los bienvivientes. La palabra farmacia viene de pharmakos, que era el nombre que daban los griegos a las víctimas humanas de los sacrificios ofrendados a los dioses en tiempos de crisis".

Eduardo Galeano ("La enseñanza del miedo", del libro "Patas arriba: La escuela del mundo al revés", 2001).

23 de octubre de 2015

Esa pretendida representación del pueblo


"Es sobre la ficción de esa pretendida representación del pueblo y sobre el hecho real de la administración de las masas populares por un puñado insignificante de privilegiados, elegidos o no elegidos por las muchedumbres reunidas en las elecciones y que no saben nunca por qué y por quién votan; sobre esa pretendida expresión abstracta que se imagina ser el pensamiento y la voluntad de todo un pueblo y de la cual el pueblo real y viviente no tiene la menor idea, sobre la que se basan igualmente la teoría estatista y la teoría de la llamada dictadura revolucionaria".

Mijaíl Bakunin (Fragmento de "Estatismo y Anarquía", 1873).

15 de octubre de 2015

Explotar el pueblo en nombre del pueblo


La burguesía, (...), tiene más que nadie miedo a la revolución social y sabe muy bien que contra esa amenaza no tiene otra ayuda que el Estado; es por eso que quiere y exige siempre un Estado poderoso o, hablando simplemente, una dictadura militar y para engañar mejor a las masas del pueblo quiere que esa dictadura sea revestida de las formas representativas que le permitan explotar las masas del pueblo en nombre del pueblo mismo.

Mijaíl Bakunin (Fragmento de "Estatismo y anarquía", 1873).

6 de octubre de 2015

Nos equivocamos de camino


Pensar en todos los millones de personas que están viviendo juntas a disgusto, y odian sus trabajos y tienen miedo a perder sus trabajos, no me extraña que sus caras parezcan lo que parecen. Es casi imposible mirar la fisonomía corriente sin que al final tengas que apartar la vista y mirar otra cosa, cualquier otra cosa, una naranja, una roca, una botella de aguarrás o el culo de un perro. Ni siquiera hay caras decentes en las cárceles o en los manicomios, y el médico que se inclina sobre ti cuando te estás muriendo luce la máscara de un idiota. A mi me disgusta mi propia cara, odio los espejos; nos equivocamos de camino en alguna parte, algún día hace mucho tiempo, y no podemos encontrar el camino de vuelta. Que mierda, eh, colega, que nuestra mierda tenga mejor aspecto que nosotros.

Charles Bukowski (Cita del libro "Shakespeare nunca lo hizo", 1979).

26 de septiembre de 2015

Entre iguales


El amor verdadero, real, expresión de una necesidad mutua e igual, no puede existir más que entre iguales. El amor del superior al inferior es el aplastamiento, la opresión, el desprecio, es el egoísmo, el orgullo, la vanidad triunfantes en el sentimiento de una grandeza fundada sobre el rebajamiento ajeno. El amor del inferior al superior es la humillación, los terrores y las esperanzas del esclavo que espera de su amo la desgracia o la dicha.

Mijaíl Bakunin (Fragmento de "Dios y el Estado", 1871).